Me parecían tan actrativamente rica esta receta, que aunque no congeniaba bien con la cena, me dispuse a hacerlo porque sabia que me encantaría, y así fue.
Ponemos las 4 patatas unos 20 minutos por cada lado en el horno a 200º C.
Apartamos y dejamos enfriar un poco. Mientras con el bacon y el jamón york, los rehogamos un poquito en la sartén, no añadiremos sal.
Una vez enfriadas las patatas, las vaciaremos con la ayuda de una cuchara con cuidado de no romper la piel, que nos servirá de envase para rellenar. Echamos toda la carne de la patata en un bol grande y aplastamos bien, como para hacer puré, añadimos sal y una buena cucharada de mantequilla. Mezclamos bien y añadimos el bacon y el jamón.
Salamos un poquito el envase-patata y vamos rellenando una a una. Una vez echo espolvoreamos las patatas con queso rallado, y las introducimos de nuevo en el horno en el gratinador, y a servir una vez templadas.
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